Quizás siento demasiado. Y despierto tan feliz a tu lado, por que me duermo y paseo por otros lugares con la certeza de que al volver y despertar sostendrás mi mano, tímida y sensiblemente, hasta con cierto desden para que yo no me de cuenta de que también tiemblas y te mueres de miedo.
Quizás siento demasiado. Y te espero en un rincón tranquilo y oscuro de mi habitación, rumiando el aroma de tu pelo y de tu piel, recordando como se deslizan mis dedos en tu cuerpo exhausto, mientras miramos al techo y conversamos en complicidad sobre lo pasado.
Quizás siento demasiado. Y te escurres en mi mente a cada instante, interrumpiendo cada cosa que hago, rompiendo con mi sosiego y calma, prendiéndome en llamas bajo la lluvia o bajo las sabanas.
Quizás siento demasiado. Y me gusta que te vayas, para amarte en la distancia y añorarte, para pensar en lo que puede ser y no ha sido, para extrañarte, para odiarte por tu ausencia, para imaginarte pensando en mi mientras caminas y hablas sobre las cosas que amas.
Quizás siento demasiado. Y por eso te amo de una manera incontrolable e incansable y sin reproches.
Etiquetas: Random thoughts
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